Violeta Lópiz
¿Cómo ves el futuro de la profesión en estos tiempos de crisis, con tanta competitividad y precios cada vez más a la baja?
Mira, como puedes comprobar, lo mío no es mirar al futuro, no me sirve de nada hoy. Solo me preparo cada día para poder adaptarme hoy a lo que hay. Si no tengo dinero, me buscaré la manera de compartir todo lo que tengo, reducir el tamaño de mi habitación, de mis gastos, de mis deseos materiales y plantar tomates en el balcón.
¿Se adaptarán satisfactoriamente las editoriales tradicionales a los nuevosformatos tecnológicos como apps, tablets, etc?
Todo está cambiando rapidamente, pero no tendrán ni tendremos otra que adaptarnos e intentar sobrevivir como podamos.
¿Crees que ese mercado tradicional del ''libro físico'' está en decadencia y condenado a desaparecer o al menos a estar bajo mínimos?
No lo sé, ahora mismo para mí no, pero en un futuro cercano puede que sí, puede que suframos la añoranza al papel, su olor, su textura, su formato, su peso, su sabor, su luz . Puede que se encuentren soluciones a eso también, como papelterapia, o paseos olfativos por bibliotecas, puede que se pongan todos los libros en un museo, puede que deje de haber humanos y solo haya máquinas que lean.
El libro es contenedor de información, la única cosa grave que encuentro en la digitalización de la información es que uno necesita energia eléctrica y tecnologia para ello, de manera, que la información estaría mas controlada y no todos podrían disfrutar de ella. Los libros podrían cambiarse con un golpe de ratón si una censura lo desea, y sería mas dificil leer un libro en una isla desierta.
¿Cuál es tu proceso creativo?¿Le dedicas mucho tiempo a desarrollar la idea antes de plasmarla en el papel?
Mucho, mucho tiempo a pensar la idea, mucho tiempo a plasmarla.
Puede que suframos la añoranza al papel, su olor, su textura, su formato, su peso, su sabor, su luz . Puede que se encuentren soluciones a eso también, como papelterapia, o paseos olfativos por bibliotecas, puede que se pongan todos los libros en un museo...
¿Cómo es tu lugar de trabajo?
Está a pie de calle, es pequeño, máx. 3 personas, de 7 a 10 de la mañana le da el sol, después no, entra gente de la calle a preguntar, cambia constantemente, hay plantas, a veces está ordenado y otras patas arriba...
¿Tu momento del día preferido para trabajar?
Muy temprano.
¿Cuál es tu motivación más profunda para querer contar historias dibujadas?
Aprender, compartir lo que sé y mi manera de ver.
¿Se debería usar más el cómic o cualquier otro tipo de medio expresivo para reivindicar la justicia social?
Absolutamente.
¿Qué autores te inspiraron en tus inicios?
De todo, pero sobre todo Julia Lópiz Galarraga, David Roldán Toledo y mis primos y mis primas Pedro, Esteban y Carmen.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Tengo pendientes varios trabajos de cuentos ilustrados, pero tambien estoy restaurando mi estudio para crear talleres, charlas y exposiciones.
¿Algún consejo para los que están arrancando?
Trabajar en lo que sientan pasión, encontrar su manera de acuerdo a lo que son y escuchar consejos y maneras de hacer sin olvidar que son solo las soluciones que le sirvieron a otros.
Violeta Lópiz. (1980) Ibiza.
Con Les poings sur les iles, publica-do por Editions du Rouergue, ha sido premiada en los CJ Picture Book Awards (Corea del Sur, 2011) en la categoría New Publications. El Cultural de El Mundo la considera uno de los diez nombres de hoy imprescindibles de la ilustración española. Se acaba de publicar su último trabajo en Bruaá Editora. Un albúm ilustrado llamado "Amigos do Peito" escrito por Cláudio Thebas y para el cual la ilustradora se ha mudado a Lisboa.
Violeta Lópiz comienza a ilustrar muy temprano, con 2 años. Su etapa más productiva y creativa se desarrolla hasta los 6 años, después pierde practicamente todas sus habilidades artísticas debido a una enfermedad mental muy común en niños y otros frutos: maduración. Cuando la enfermedad llega a todo su esplendor consigue trabajo en una escuela de música como profesora y es ahí cuando tras los golpes que le asestan sus jóvenes alumnos con las láminas del xilófono, empieza a recuperar algunas habilidades creativas. Realiza su desaprendizaje en la Escuela de arte número 10 en Madrid, donde desaprende que el trabajo es algo indeseable y olvida que ser más viejo es ser más aburrido. Hace sus prácticas en el periódico El Mundo para reiniciarse en el garabato y comienza poco a poco a recibir encargos de diversas editoriales que le piden ponerse a jugar de nuevo. Aunque su enfermedad es irreversible, sus lentos avances le dan gran satisfacción y le permiten comunicarse otra vez con los maestros de pequeña edad. Se pueden encontrar sus progresos en algunas librerias, paredes, ferias, metros, calles, periódicos o manteles de papel.
web: violetalopiz.com