www.revistalalaguna.com

Entrevista a José Chamizo. Por Antonio Caba

Imprimir Email

José Chamizo de la Rubia (Los Barrios, 1949), es licenciado en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma, en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada y diplomado en Biblioteconomía por la Ciudad del Vaticano.
Fue sacerdote en Algeciras entre 1978 y 1982, y  párroco del Distrito Estación-Taraguilla-Miraflores de San Roque.
En 1996 fue nombrado Defensor del Pueblo Andaluz por el Parlamento de Andalucía, y reelegido en 2001 y 2007. El 22 de mayo de 2013, tras varios meses de interinidad, fue cesado de su cargo con el voto a favor de PSOE, PP e IU (el primer gran acuerdo al que han llegado los tres grupos  parlamentarios).
En junio de 2013 funda la ONG “Voluntarios por otro mundo”; la infancia, la ayuda a presos y la lucha contra los recortes en derechos sociales son sus principales objetivos.


La asociación "Voluntarios por otro mundo” de reciente presentación es, permítame, la versión 2.0.1.4 del primer proyecto histórico conocido de transformación social y propone lo mismo: “cambiar el mundo ayudando al que lo necesite”. ¿Es consciente que su reto manda cojones entre tanto fariseo?
Ciertamente es un reto cada vez más complicado. Cambiar el mundo sin que el mundo te cambie a ti es la tarea que nos proponemos.

Cuando habla de solidaridad como filosofía ¿qué podemos entonces entender: compromiso por el cambio social, más caridad cristiana, más  panes y más peces, enseñar a amasar y a pescar o  convencer con aquello de la vida es bella, ya verás, como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor...?
Ante todo hablo de solidaridad como compromiso por el cambio social. No descarto la caridad entendida en su sentido más etimológico de amor comprometido por los demás y no la purpurina con la que se ha pintado esa palabra.

En la actualidad puede resultar obvio ¿pero tantas lagunas y goteras sufre nuestro Estado de Derecho como para que fuera necesaria la creación de la figura del defensor del pueblo en plena época dorada del llamado estado del bienestar social?
El defensor del pueblo es necesario precisamente porque las administraciones no siempre respetan los derechos de la ciudadanía. Comprendo que es un importante déficit democrático, pero esto es lo que hay. No obstante, hay que recordar que países democráticamente mas avanzados que el nuestro fueron los creadores de esta institución, concretamente los suecos en 1809. Es decir, que lamentablemente siempre se olvidan los derechos de algunos grupos y el defensor debe defender el derecho de esos grupos.

 

La revuelta social se producirá una vez pase lo peor, según los ejemplos históricos ya vividos. Una revuelta social sin violencia que pida que los derechos conquistados no se pierdan.



Durante el ejercicio de ese cargo dígame, si es el caso (y confesable), si ha recibido presiones políticas, eclesiásticas y de otro tipo.
No he recibido presiones ni políticas ni eclesiásticas en el sentido estricto del termino. He visto comentarios y malas cara como “Que se habrá creído este”. Mi presión mas importante es la que me transmitían personas con problemas.

A su opinión y dejando al margen las amarguras ¿qué conquistas y satisfaciones se lleva usted tras su paso por la Oficina del DPA?
La satisfacción más importante es haber hecho de esta institución, una institución valida y querida por la ciudadanía. Lo he percibido mas cuando he dejado de ser defensor que cuando lo era. Las muestras de agradecimiento y cariño son diarias.

¿Considera como debilidad el hecho de que la Iglesia, por extensión también parte de la sociedad, no acepte la normalidad y realidad de un Estado laico y aconfesional, según reza en nuestra Constitución?
Creo que hay que avanzar en un estado realmente laico y aconfesional donde tengan cabida todas las religiones y confesiones, así como todas las ideas.

Su cese, después de catorce años como DPA, ha sido histórico y muy singular dado que logró la insólita unanimidad de los tres partidos en el Parlamento Andaluz (PSOE-PP-IU). ¿Tan incómodo llegó a ser José Chamizo?
Han sido 17 años como defensor y ciertamente resulté incómodo especialmente al presidente Griñán con quien tuve varias discusiones sobre la Ley de Dependencia. Quien ejecutó la maniobra del cese fue Susana Diaz y como palmeros inexplicables aparecieron Juan Ignacio Zoido Y Diego Valderas. Decirles en su cara que la gente está hartos de ellos son cosas que no perdonaron. Con que a mí me hicieron un favor.

Sinceramente ¿cree usted en el reiterado mensaje político del avance social de Andalucía, casi como marca, en consonancia con la realidad social y cultural evidente y el ingente gasto público realizado y la basta oferta de programas y planes de los últimos treinta años por parte de la Junta de Andalucía?
Hay un abismo entre los discursos pronunciados y la realidad vivida. No tienen nada en común.

¿Piensa usted que Andalucía ha estado alguna vez en condiciones de emprender “segundas modernizaciones?
Es un eslogan más. Ha estado bien el intento de introducir las nuevas tecnologías en Andalucía con carácter preferente. Ahora bien, las modernizaciones no deben tratar sólo de nuevas tecnologías sino de erradicación de la desigualdad sobretodo.

¿Qué maldición o bajío sopla en Andalucía para que sigamos ocupando los últimos puestos de casi todos los listados de calidad y desarrollo, especialmente los referidos a educación, o acaso son  falacias del enemigo?
Yo creo que arrastramos una larga historia que definitivamente se empañó aun más con el franquismo. Con la democracia ha habido avances, pero insuficientes. Creo que hay que ir a acciones políticas más pequeñas, más humildes y más concretas.

Dígame si aquel sueño de Andalucía de los años setenta es hoy un fraude o, tal vez, una frustración o si sigue vivo aquel espíritu participativo.
Hay un poco de todo: fraude, frustración y curiosamente como consecuencia de la crisis, un espíritu más participativo, no obstante queda mucho por hacer con respecto a  la concienciación popular. Una democracia sin participación deja de serlo.

Si como consecuencia del desempleo, la pobreza y el desamparo institucional en el que se encuentran miles de andaluces y andaluzas aumentara e hiciera insostenible su angustia vital   ¿estaría dispuesto a apoyar una hipotética revuelta social al uso?
La revuelta social se producirá una vez pase lo peor, según los ejemplos históricos ya vividos. Una revuelta social sin violencia que pida que los derechos conquistados no se pierdan, claro que la apoyaría.

¿Piensa que el subsidio agrario en Andalucía se planificó  como baza electoral, que ha sido la solución del campesinado andaluz o, desgraciadamente, ha dinamitado la conciencia obrera?
El subsidio agrario ha ayudado a muchos hombres y mujeres de Andalucía. Hay pueblos que pueden llamarse todavía asi gracias a la inversión económica que ha supuesto el subsidio agrario. Otra cosa es que haya habido sectores que se hayan acostumbrado y no haya crecido su conciencia proletaria. Pero es en el campo donde todavía uno puede encontrar ejemplos de conciencia obrera colectiva.

¿Como ciudadano andaluz que es, dígame si le pone, le preocupa o le trae al pairo que por primera vez en la historia una chica encabece el Gobierno de Andalucía, aunque como en el caso de la Sra.Botella en Madrid lo sea sin haber sido elegida en las urnas?
La verdad es que no me preocupa mucho quien presida la Junta. Me preocupa más las con secuencias que pueda tener en los sectores más vulnerables. Hoy reconozco que hay más discurso que auténtica política que intente acabar con la exclusión social..

Que nuestra habilidad sea crear leyendas a partir de la disposición de las estrellas,
pero que nuestra gloria sea olvidar las leyendas y contemplar la noche limpiamente.

Leonard Cohen