La sensación térmica de Kiko Veneno
Kiko Veneno (José María López Sanfeliu (Figueras, Gerona, 3 de abril de 1952) acaba de publicar su décimo album de estudio "Sensación térmica" producido por Raúl Fernández Refree. En 2012 celebró con una gira y su reedición, la publicación de su álbum más importante "Échate un cantecito". Ese mismo año le llegó el reconocimiento institucional con el Premio Nacional de músicas actuales, el jurado formado entre otros por Santiago Auserón destacó: “su contribución decisiva durante más de tres décadas y media a la integración de tradiciones musicales internacionales e hispanas, difundiendo el compás, enriqueciendo con ingenio y calidad poética el formato de la canción popular”, junto a su “labor germinal que ha influido en dos generaciones de artistas”. Juan Antonio Sánchez (Jam Session de Radio Parapanda) pregunta al autor de "Volando voy" sobre estos y otros aspectos de su trayectoria profesional.
El pasado mes de marzo vio la luz tu último disco “Sensación térmica”, ¿Qué podemos encontrar en este album?
Siempre me resulta un poco difícil decir lo que la gente va a encontrar porque las sensaciones son muy diferentes, depende de cada cual. No me gusta mucho definir los discos, prefiero que cada cual los defina, sí puedo decir que este disco suena bastante diferente a mis discos anteriores, cuenta con la producción de Raúl Fernández Refree y hemos abordado los sonidos de una forma diferente. El disco contiene unos estilos que yo nunca había hecho, es quizás menos flamenco, canciones diferentes a mi estilo habitual y con una producción que ha incluido una variedad de sonidos que normalmente no había utilizado en mis discos.
En mi opinión el disco suena un poco “marca de la casa”, pero debido a la producción de Raúl Fernández Refree también innovador...
Intento sorprenderme a mí mismo, lo que me da garantías de sorprender al público. Darse el gusto de tocar facetas nuevas es siempre renovador y es lo que hemos intentado y en parte hemos conseguido con este disco.
¿Hay alguna influencia en concreto que te haya inspirado en especial para este disco?
Los Beatles para mí fueron grandísimos creadores y músicos, lo más importante era que no se ponían barreras ningunas, tocaban todos los géneros. Esa gran libertad que ellos tenían para hacer cualquier cosa que se les pasara por la cabeza, le dio mucha riqueza y colorido a la música de su época y la influencia sigue traspasando generaciones. Yo me he inspirado en esa libertad que tenían de hacer cualquier cosa que fuera interesante y que sonara. Por otra parte en el disco hay una rumba cubana, temas electrónicos, un rock contestatario, canciones pop, rock que parece un cuplé a medio tiempo... en definitiva he intentado hacer un abanico amplio de estilos.
Tengo 61 años no voy a cambiar de profesión, seguiremos haciendo música aunque todo se ponga cuesta arriba. Es una profesión maravillosa y ahora más que nunca hace falta empujarla y mostrar su necesidad y su belleza.
¿Tiene el nombre del álbum algo que ver con esa libertad de hacer las cosas?
Es una de las canciones del disco, la “sensación térmica” es algo que inventaron los meteorólogos hace un par de decenios y me hace gracia esta definición. En España y en el mundo tenemos la “sensación térmica” de que algo está pasando y no sabemos que.
Bajo esta “sensación térmica”, ¿Qué tal se presenta la gira?
Con mucha ilusión, estamos disfrutando con los ensayos, porque este disco nos obliga a utilizar una instrumentación nueva, cambiamos a menudo de instrumentos, hay nuevas sonoridades: flautas, fliscorno, banjo, ukelele...
La cultura en España no está atravesando el mejor de los momentos sino más bien al contrario, pero ahora que han eliminado al Madrid y al Barça esperemos que una parte importante de la energía de este país que estaba dedicada al fútbol se derive a la cultura. La música ya no es un acontecimiento social ni cultural, en realidad nada es un acontecimiento cultural, la cultura está sufriendo en todos sus aspectos. Tengo 61 años no voy a cambiar de profesión, seguiremos haciendo música aunque todo se ponga cuesta arriba. Es una profesión maravillosa y ahora más que nunca hace falta empujarla y mostrar su necesidad y su belleza.
El año pasado hiciste la gira del 20 aniversario de tu disco “Échate un cantecito” que terminó el pasado 30 de diciembre, a finales de marzo publicaste el disco nuevo con el que irás de gira a finales de mayo, ¿Podemos decir que Kiko Veneno es un adicto al trabajo? ¿De dónde saca la motivación para seguir?.
No trabajamos tanto, son pocos los conciertos que damos, tampoco se venden muchos discos. Lo ideal sería hacer ochenta o cien conciertos y grabar un par de discos al año. Aún así soy de los músicos que más está trabajando, con eso quiero indicar el mal momento que está atravesando la profesión y la dificultad de muchos de nuestros colegas para seguir adelante.
El trabajo del músico es polifacético: grabar, componer, tocar en directo, producir...¿Cuál es la actividad con la que más disfrutas?
Me gusta todo, componer es maravilloso, tiene una magia especial el momento en que se te ocurre una melodía o una letra; grabar me encanta, la emoción de poder grabar algo y dejarlo ahí para siempre, en el directo ver que la gente disfruta con tu música, en el ensayo intentando construir los sonidos y ritmos, disfrutando de un trabajo más artesanal pero muy bonito con tus compañeros de grupo. Cantar también es maravilloso, utilizar tu propio cuerpo como un instrumento.
La música es un trabajo tan bonito y disfrutamos tanto que a veces me pregunto si es por eso por lo que el sistema nos castiga.
Desde que empezaste tu carrera has tenido experiencias y colaborado con musicos de todo tipo, como anteriormente decías la música y la cultura pasa por momentos bajos ¿Cuál es la principal diferencia que encuentras desde tus inicios a lo que tenemos hoy día?
Antes estaban Bob Dylan, Jimi Hendrix, The Beatles...la gente compraba discos, se emocionaba, las voces de los cantantes temblaban, vibraban. Ahora la gente escucha una música muy infantil, monocorde, sin matices, sin emoción y sin valor ninguno.
Hablando de tu trayectoria, ¿Qué significan para ti nombres como el de los hermanos Amador, Camarón de la Isla o Santiago Auserón?
Ha sido gente muy importante en diversas etapas de mi trayectoria, con Raimundo empecé mi carrera, descubrí la emoción de la música y conocí a gente joven con mucha fuerza y a la vez con conocimiento de la tradición, esa mezcla de tradición y vanguardia de una actitud nueva siempre me gustó mucho, es lo que más me motiva. Tuve el gran placer de conocer a ese hombre genial que fue Camarón y Santiago Auserón me ayudó con el disco “Échate un cantecito” que me permitió dedicarme profesionalmente a la música.
“Échate un cantecito” es evidente que marcó para ti un antes y un después en la música ¿tiene para ti algo de especial?
Era la última oportunidad que me dí para vivir de la música, estaba cansado de grabar discos y que no tuvieran éxito, ahí fue donde me ayudó Santiago. Encontré canciones buenas que se quedaron en la memoria de la gente.
El año pasado te concedieron el Premio Nacional de músicas actuales, tu reacción advirtiendo que el mundo de la cultura está en peligro es algo que no acostumbramos a ver de parte de los artistas, se echa de menos que representantes de la cultura se impliquen, sean más críticos?
Tampoco hay mucho campo para esa crítica, pocos artistas tienen voz pero creo que los que la tienen la utilizan, por ejemplo Caballero Bonald en su discurso del Premio Cervantes ha hablado con mucha claridad del momento artístico y cultural que vive España.
Según Paco de Lucía, de vez en cuando necesita retirarse y desconectar, convertirse en Francisco Sánchez que es su identidad real, ¿Existe una diferencia grande entre José María López y Kiko Veneno?
No tanta, hay que tener en cuenta que Paco de Lucía desde los doce años está viajando por todo el mundo, la gente “lo quisiera estrujar”; mi vida es más normal, nunca me he visto con esa necesidad tan apremiante de desconectar.
La música es un trabajo tan bonito y disfrutamos tanto que a veces me pregunto si es por eso por lo que el sistema nos castiga.
Te has mostrado bastante crítico con la industria musical, ¿Hasta qué extremo crees que se ha mercantilizado la música?
La generación de músicos de los 60 y 70 se labraron un camino nuevo que significó una gran respuesta social, cultural y política. Todo ese movimiento demostró un gran poder cultural. La industria a partir de entonces quiso controlarlo todo y convertirlo en algo mucho menos peligroso para ellos, la cultura crea conciencia y desde entonces se ha visto como algo a evitar. Es mucho más interesante para la industria patrocinar a gente como Justin Bieber porque por ahí no van a tener nunca problemas. El proceso de degradación e infantilización de la música se debe un poco a eso.
Quizás una de las pocas alternativas a esa industria discográfica sea internet, en los últimos años han existido campañas para limitar el acceso a contenidos amparándose en lo que conocemos como “piratería”. ¿Ves lógico limitar este acceso?¿Qué papel juega internet en la difusión musical como alternativa a la industria?
En mi generación la música era un sonido, en tu casa tenías un equipo de alta fidelidad apagabas las luces y “flipabas”, en internet la música suena mucho más comprimida, mucho más pobre, no tiene esa riqueza de matices por lo que pierde la capacidad que tiene para impresionarte. No creo que internet se pueda considerar una alternativa a la industria musical, la industria crea profesionales, en internet la gente pone sus canciones pero rara vez obtiene beneficios.
Siempre has tenido bastante iniciativa emprendiendo nuevos proyectos musicales.¿Tiene guardada Kiko Veneno alguna sorpresa en un futuro cercano?¿Te gustaría algún proyecto nuevo paralelo a tu carrera como solista?
Algo tendremos que hacer porque los músicos nos estamos quedando sin trabajo. Habrá que “salir en pelotas y pintaos de lunares” para llamar la atención y provocar un “trending topic de los cojones” y que la gente se acuerde de nosotros y vayan a vernos aunque sea sólo por ver si nos da por ponernos en pelotas otra vez, porque de verdad el panorama es para llorar.
Antes había posibilidad de hacer proyectos culturales ahora, todo lo tenemos que hacer en los garajes de nuestras casas, en nuestros estudios caseros, totalmente artesanal. No hay mucho campo para hacer proyectos arriesgados, nadie los financia y tampoco parece que haya un público que los demande.
Desde Radio Parapanda y la revista La Laguna, ha sido un placer hablar contigo, te agradecemos tu tiempo y te deseamos mucha suerte y éxito para tu gira y para tus futuros proyectos.
Un abrazo grande a Radio Parapanda y a toda la gente de por ahí.