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Fernando Pessoa en España

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Único retrato hecho en vida del poeta, obra del naturalista Rodríguez Castañé.

"Al final de este día queda lo que quedó de ayer y quedará de mañana: el ansia insaciable e innúmera de ser siempre el mismo y otro". Fernando Pessoa

 

Fernando Pessoa en España
Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España
Paseo de Recoletos 20-22. 28071 Madrid
Desde el 13 de junio al 24 de agosto de 2014

La obra del autor portugués, su pensamiento y sus relaciones con intelectuales españoles, son los contenidos de “Fernando Pessoa en España”. La exposición muestra el legado del autor a través de numerosos libros, cartas y textos que se conservan en la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca Nacional de Portugal y otras instituciones culturales de ambos países.
La única vez que Fernando Pessoa pisó territorio español tuvo lugar en 1902 en el Puerto de la Luz en las Palmas de Gran Canaria, de paso en un viaje hacia el África oriental. Sí mantuvo contacto con algunos escritores andaluces y polemizó con Miguel de Unamuno por su obra Por tierras de Portugal y de España. También dedicó parte de su esfuerzo literario en escribir sobre España dentro de un contexto ibérico.
La primera traducción al español del autor lisboeta data de 1923. Aunque sería después de su muerte, y gracias a la publicación de una antología de su poesía realizada por Octavio Paz en 1962, cuando Pessoa y sus heterónimos alcanzaron un más que justificado reconocimiento. Desde aquel momento, Fernando Pessoa fue un referente para muchos autores españoles.

 

" Pedí tan poco a la vida y ese mismo poco la vida me lo negó. un haz de parte del sol, un campo próximo, un poco de sosiego con un poco de pan, no pesarme mucho el saber que existo, y no exigir nada de los otros ni ellos nada de mí. esto mismo me fue negado, como quien niega la limosna no por falta de buena alma, sino por tener que desabrocharse la chaqueta. Escribo, triste, en mi cuarto tranquilo, solo como siempre yo he estado, solo como siempre estaré. y pienso si mi voz, aparentemente tan poca cosa, no encarna la sustancia de millares de voces, el hambre de decirse de millares de vidas, la paciencia de millones de almas sometidas como la mía al destino cotidiano, al sueño inútil, a la esperanza sin vestigios. en estos momentos mi corazón late más alto por mi conciencia de él. vivo más porque vivo mayor. Siento en mi persona una fuerza religiosa, una especie de oración, un símil de clamor. Pero mi reacción contra mi desciende desde mi inteligencia... me veo en el cuarto piso de la rua dos douradores, me ayudo con sueño; miro, sobre el papel medio escrito, la vida sana sin belleza y el cigarro barato que apurándolo extiendo sobre el secante viejo. ¡yo, aquí, en este cuarto piso, interpelando a la vida!, ¡diciendo lo que las almas sienten!, ¡haciendo prosa como los genios y los célebres! ¡yo, aquí, así...!

Fragmento de "El libro del desasosiego"

 

Que nuestra habilidad sea crear leyendas a partir de la disposición de las estrellas,
pero que nuestra gloria sea olvidar las leyendas y contemplar la noche limpiamente.

Leonard Cohen