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Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock

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Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock.
Ian Svenonius. Traducción de Carles Andreu.
Blackie Books. Barcelona, 2014. 227 páginas.


Pero qué tienen que ver...

¿Los Beatles con los dibujos animados propagandísticos de la URSS?
¿Los Latin Kings con los Sex Pistols?
¿La toma del Palacio de Invierno con Mad Men? ¿Y con Kiss?
¿Las estrellas del rock con los samuráis?
¿La rock star drogadicta con la redención cristiana?
¿Oscar Wilde con Mick Jagger?
¿Los cigarrillos con los teléfonos inteligentes?
¿La nostalgia con la hipnosis y con la obsolescencia programada?
¿Las drogas consumidas en la Segunda Guerra Mundial con el hippismo?
¿La longevidad de los Rolling Stones con la culpa en el matrimonio católico?
¿Las carátulas de discos con las contraseñas masónicas?
¿James Brown con un broker de Wall Street?
¿La Velvet Underground con Apple Inc Corporation?

Solo Ian Svenonius, el reverendo del underground mundial, el timonel de la independencia artística, responde a estas y otras muchas preguntas, en una ambiciosísima guía para montar una banda de rock que funciona también como ensayo sociológico y como panfleto antiautoritario. El líder de The Make-Up sabe que «la música es como el tacto, la comida o la banca moderna: escapa a toda explicación». Porque solo hay una forma de explicar lo inexplicable:usando la magia.

Fragmentos del libro:

“Al oír la leyenda de una banda como la Velvet Underground, a la que el filisteo público de su época rechazó, uno no puede dejar de percibir una cierta presunción en sus entusiastas actuales, que sacan pecho orgullosamente por ser más adelantados, listos y entendidos que los contemporáneos de la banda. Mires donde mires, y prestando la suficiente atención, verás otra camiseta de la Velvet Underground que alguien viste con suma petulancia para demostrar que sabe un montón y que supera con creces a los espectadores originales de la banda”.

“La mitología sobre la actitud imprevisible de un productor puede otorgar una narrativa más digerible a un disco aburrido o simplemente correcto, de modo que los productores desequilibrados tienen más ofertas y se les paga mejor para que amenacen a los músicos con una pistola, se pasen dieciocho meses para mezclar una sola canción, defequen sobre la mesa de mezclas, etcétera.”

“Del mismo modo en que nadie puede ver ni oír realmente las cosas que hace, las bandas a las que uno conoce personalmente sonarán distintas a las que no conoce. Por ello, al principio es fundamental congraciarse con el público. Como un político en campaña, tendrás que besar bebés, codearte con la plebe y abrazar al personal. Más tarde, una vez, lograda la fama, deberás cambiar súbitamente y rehuir las multitudes”.

"[Las empresas de publicidad] También controlan lo que se escribe sobre un grupo mediante la distribución de lo que se conoce como "ficha", un documento redactado por la discográfica que resume la campaña de promoción del nuevo disco con un listado de "puntos clave". Por eso cundo el disco de una banda lo peta, todos los artículos que se escriben al respecto se parecen. Así por ejemplo, todos los medios dijeron que los Strokes les recordaban a los Ramones y a Television, aunque no presentan ningún parecido apreciable con esas dos bandas. la extraordinaria sumisión de la prensa a las órdenes de los publicistas demuestra lo poco que les importa a la mayoría de los críticos no ya los artistas sobre los que escriben, sino la música en sí".

 

Que nuestra habilidad sea crear leyendas a partir de la disposición de las estrellas,
pero que nuestra gloria sea olvidar las leyendas y contemplar la noche limpiamente.

Leonard Cohen