El 29 de marzo de 2015 se inauguró en Zaragoza un espacio dedicado a la memoria del cantautor, escritor y político José Antonio Labordeta (Zaragoza. 1935-2010).
Un grupo de personas cercanas al creador aragonés - Juana de Grandes, su viuda; sus hijas Ana, Ángela y Paula, además de amigos y alumnos-, han rastreado la vida y obra de Labordeta para construir “un espacio para el recuerdo y la ternura”, según palabras de Juana de Grandes.
En las paredes de las dos salas que acogen la fundación están colgadas fotos de su infancia y juventud, jalonadas con los versos de sus poemas y canciones. Su despacho, la mesa que le compró su madre como regalo de boda; su máquina de escribir, la colección de cabezudos; sus libros y discos. Hasta los recortes de prensa que hablaron de sus andanzas por la canción y el compromiso social; cuadros, caricaturas, su vida, en definitiva, celosamente conservada por su mujer y sus hijas.
Comparten  lugar en ese espacio los premios institucionales (Doctor Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza, Medalla de Oro de las Bellas Artes, o la Gran Cruz de Alfonxo X El Sabio) y la modesta mochila con la que mostró como nadie los sentires de las gentes que él siempre defendió.
El día que se murió José Antonio Labordeta, una impresionante multitud de personas rodearon las Cortes aragonesas para ofrecerle su cariño y su respeto. Se marchaba el viejo profesor. Afortunadamente, su memoria y su legado tienen ya un lugar distinguido en la noble tierra aragonesa.
Aunque perdamos compañeros, paisajes y esperanzas en nuestro caminar, siempre esperaremos que los tiempos traigan la hermosa utopía de la fraternidad. Porque fuimos, seremos y somos de Labordeta.