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El Paraíso de Tintoretto

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El Paraíso de Tintoretto vuelve a exponerse en el Museo Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, tras dos años de restauración.

Según los restauradores lo más dificil ha sido la limpieza del cuadro, ya que se encontraba muy oscurecido por el paso del tiempo y las sucesivas capas de barnices acumuladas, así como por la contaminación. En anteriores restauraciones se habían limpiado las zonas luminosas del lienzo, olvidando las partes más oscuras, la limpieza conseguida en esta ocasión ha resultado más equilibrada en toda la obra.

La pintura original, compuesta por materiales como el lapislázuli y el empleo de polvo de vidrio mezclado con la pintura para dar luminosidad a la obra, permanecía intacta, debido a la calidad de los mismos. Gracias al minucioso estudio que se ha realizado del lienzo, se ha descubierto que en su origen la mayoría de los personajes que componen el cuadro estaban desnudos, procediendo el artista a vestirlos posteriormente.

Jacopo Tintoretto (1519-1594)
Hijo de un tintorero, de ahí el apodo por el que se le conoce, Jacopo Robusti nació en Venecia en 1519. Sobre su formación se tienen pocos datos, aunque ya en 1539 estaba ejerciendo en su ciudad natal como pintor independiente. En sus primeras telas se advierte un conocimiento de artistas como Paris Bordone y Bonifazio de’ Pitati. Su primer encargo importante está fechado en 1548, cuando la Scuola Grande di San Marco le solicitó el primer óleo de una serie sobre su santo patrón. Este lienzo, destinado a la sala capitular, representaba a San Marcos liberando a un esclavo. En esta obra maestra se encuentran presentes ya características de un estilo inconfundible en el que se dan cita los grandes escorzos, las posturas forzadas y el colorido brillante.
Tintoretto también fue el encargado de la decoración de otra importante Scuola veneciana: la de San Rocco. Para ella trabajó a intervalos ejecutando distintos lienzos, no sólo con la vida del santo titular sino también con escenas de la vida de Cristo, de la Virgen y de la Pasión; en ellas consiguió sorprendentes efectos con la luz y con el color. Junto a la pintura religiosa, su repertorio abarca también el retrato y la pintura mitológica. El maestro veneciano dirigió un activo taller donde participaron varios de sus hijos: Domenico y Marco, así como su hija Marietta. Considerado, junto con Tiziano y Veronés, uno de los grandes maestros de su tiempo, Tintoretto murió en Venecia el 31 de mayo de 1594.

Que nuestra habilidad sea crear leyendas a partir de la disposición de las estrellas,
pero que nuestra gloria sea olvidar las leyendas y contemplar la noche limpiamente.

Leonard Cohen