Desnudos en el campo. Pintura de Francisco Capulino Pérez, "Capuleto"
Francisco Capulino Pérez “Capuleto” (Almería, 1928-2009) se formó en la Escuela de Artes, integrándose en el círculo de Jesús de Perceval. Sus primeros reconocimientos llegaron con los Indalianos, exponiendo en el museo de Arte Moderno de Madrid en 1947, así como en las sucesivas ediciones del Salón de los Once (apadrinado por Eugenio d'Ors) y la Bienal Hispanoamericana.
Capuleto fue considerado desde el principio el valor más firme de los Indalianos. En los años cincuenta comienza una fulgurante carrera que lo lleva a exponer en las Bienales de Alejandría y Sao Paulo. En 1958 viaja a Colombia y Venezuela, regresando a España en 1965. A partir de ese momento, y por una decisión personal, no vuelve a exponer, aunque siguió pintando toda su vida.
Calaveras, bodegones de carnicería, camas de hospital, elementos cotidianos, o el propio estudio del pintor son los recurrentes temas sobre los que gravita su breve producción.
Su obra es poseedora de un sofisticado lenguaje expresionista, acompañado de una ligera y transparente técnica. "Desnudos en el campo" (1950), la obra que reproducimos, es un ejemplo de la maestría del artista almeriense.
En 2013, la viuda e hijos del pintor cedieron toda la colección particular de cuadros y dibujos del artista al Museo-Casa Ibáñez de Olula del Río. En la sala monográfica que el museo dedica a su obra, se pueden contemplar ochenta y cuatro cuadros del propio artista, además de una veintena de obras de Guijarro, Jesús de Perceval, Francisco Alcaraz o Luis Cañadas, artistas con los que Capuleto mantuvo una estrecha relación.
Desnudos en el campo, de Francisco Capulino Pérez "Capuleto". Cortesía de Museo Casa Ibáñez