HOGAR AQUÍ,
HOGAR ALLÁ
lara bello
uando decides en tu vida trabajar
en algo que te hace vivir en otro lugar
diferente al que te vio crecer, a veces se
hace difícil, y más cuando ese lugar está
a muchas horas en avión de la ciudad
que te acoge. Dicen que si consigues vivir en Nueva
York, puedes vivir donde sea. La ciudad es dura, no
se anda con bromas. A veces pienso que he tendido
a ponerme metas altas y difíciles, no es consciente,
pero lo hago. Eso me gusta, significa ser valiente y
saber que puedes hacer lo que te propones, lo cual
no indica que sea fácil. Y reconozco esa valentía en
mi herencia andaluza.
La primera vez que llegué a Nueva York en 2001,
me encontraba en un club de jazz y alguien me pre-
guntó de dónde era, y al responderle “de Granada,
al sur de España, en Andalucía” me contestó: - “ah,
sí, allí es donde os desplazáis montados a caballo”.
Es común encontrarse con aquellos que a través
de un documental en la televisión, un tanto ar-
quetípico, se hacen una idea romántica de las ciu-
dades. Nos pasa a todos. Después de tantos años,
mucho ha llovido ( y nevado en Nueva York ) y
he pasado de ser una turista a una habitante más
de quizás la ciudad con más mezcla de nacion-
alidades del mundo en menos metros cuadrados.
Ahí en medio estoy yo, “granaína” por todos los
poros, adaptándome a una ciudad que poco tiene
que ver con la estética de Granada. Plaza Nueva
y las terrazas en el Paseo de los Tristes por las
noches de primavera, las vecinas de toda la vida
que te saludan con alegría al verte por el barrio,
salir sola a dar un paseo y saber que te encontrarás
algún amigo por el camino, y si no, siempre puedes
pasar por la tetería de Mustafa, que alguien estará
tocando algo de música, son cosas que una echa de
menos en el día a día. Suerte que puedo volver a
menudo y recargar las pilas.
Al decir que eres española en Nueva York, la
inmensa mayoría te responden “ qué bonita Es-
paña, estuve en Barcelona”; a veces algunos atre-
vidos aventureros te cuentan que bajaron al sur y
conocen Sevilla y Granada, también Málaga por su
famosa Marbella y la Costa del Sol. Se sorprenden
C
Alpujarra. 2013. Fotografía de María Molina.
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