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Marilyn Monroe en blanco y negro (Veinticinco Marilyns), 1962
Acrílico y tinta de serigrafía sobre lienzo, 208x140 cm
Andy Warhol
tista con el medio. Y si bien tanto el cubismo como
el dadaísmo y el surrealismo ya habían utilizado
imágenes y objetos preexistentes, la nueva «estética
de la abundancia», como definió Lawrence Allo-
way el pop, convirtió la apropiación en su princi-
pal estrategia. Con la defensa a ultranza del ready-
made y de la impersonalidad, y con la sustitución
de los métodos artísticos tradicionales por todo
tipo de fórmulas mecánicas de reproducción, como
la fotografía o la serigrafía, el pop asestó un golpe
mortal a la noción de originalidad. La belleza, la
exclusividad, la complejidad o la individualidad
ya no eran valores artísticos fundamentales.
(…) La principal consecuencia del retorno a la
figuración junto a la orientación hacia el pasado fue
la recuperación y reinterpretación de los géneros
tradicionales de la pintura —el retrato, el paisaje,
la pintura de historia, o la naturaleza muerta—
como parte del paisaje urbano contemporáneo.
A esta recuperación sin duda contribuyó el he-
cho de que la mayor parte de los artistas vinculados
al pop tenían formación académica en historia del
arte y por lo tanto eran muy conscientes del arte del
pasado. (…) Además de los estudios académicos,
para ese diálogo del pop con el arte tradicional fue
esencial el significativo desarrollo, durante los años
centrales del siglo XX, de los métodos de reproduc-
ción y de impresión, lo que multiplicó las posibili-
dades de acceso a todo tipo de imágenes fotográfi-
cas. A partir de entonces, las grandes obras del arte
universal estarían siempre a mano como fuente
inagotable de información visual para los artistas”.