DIEZ AÑOS SIN
duardo Úrculo murió en Marzo de 2003, dejó
con su muerte un gran vacío en la pintura es-
pañola e infinidad de proyectos inacabados.
“Tengo una obsesión vieja de siglos: la búsqueda
de la belleza. Dalí que ha dicho hace poco: “No
te preocupes, la belleza no la encontrarás jamás”.
Pero yo continúo. Hay algo que me importa esen-
cialmente, no quiero vivir la vida leída, quiero vivir
la vida, la vida a secas, sin adjetivos”, aseguraba Úr-
culo
Pintor vitalista, viajero incansable, cinéfilo clásico,
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bebé sería un ser artificial o un ser vivo era un tema
demasiado vasto para el que no tenía ni la infor-
mación ni la motivación para ponerme a investigar.
En octubre de 2012, después de terminar el rodaje
de “El Futuro”, cogimos la cámara y algunas latas de
negativo y nos fuimos a Benidorm a probar suerte de
nuevo.
La historia tenía que ser algo muy local que aprove-
chase las virtudes de la ciudad. Era un enclave ideal y
prácticamente solo había que elegir el encuadre. A este
viaje me acompañaron la pareja androide y su bebé y
nuestro cazador de androides o asesino psicópata o
androide cazador de androides. Rodamos secuencias
de la vida de la familia androide, rodamos secuencias
de Manolo en coche buscando a los androides que
pensaba que serían útiles como bisagra, pero se qu-
edaron fuera muy pronto. También encontramos se-
cuencias que sí eran exactamente lo que buscábamos,
como la de Manolo con la señora de la protectora de
animales, ciencia ficción representada con mucha
naturalidad.
Rodamos también el final de la película, la perse-
cución y ejecución de los dos androides porque era la
clave para saber en que dirección tenía que ir el resto
del material en los rodajes posteriores.
Chema García Ibarra, Luis López Carrasco,Marta
Bassols...has contado con la complicidad de un
equipo que ha renunciado a cobrar salario alguno por
su trabajo...¿Cómo fue el rodaje?
Por fortuna tengo buenos amigos con los que com-
parto la afición al cine, el rodaje fue muy bonito. Yo
trabajo en una pizzería en Berlín y es en mi periodo
de vacaciones cuando desarrollo y ruedo mis pelícu-
las uniendo así deber y placer. Creo que una de las
claves es disfrutar de lo que haces y las personas que
citas lo hacen.
En el tiempo del cine digital tú ruedas en 16mm, ¿qué
aporta ese formato a tus historias?
Es una cuestión de color y de textura. Casi siempre
he rodado en formato 4:3 y en 16 porque lo orgáni-
co del material hace que puedas estar más tiempo
contemplando cada imagen, yo no suelo mover mu-
cho la cámara, pero es el grano el que genera cierto
movimiento interno.
En concreto en “Sueñan los androides” creo que al
rodar en 16mm y en 4:3 es más fácil despegarse de
la realidad y del la época actual, creo que es un un
formato anacrónico que al no pertenecer a nuestro
tiempo añade un elemento de extrañeza.
La obsesión de los medios por etiquetar cualquier
nuevo movimiento cultural ha definido tu trabajo y
el de otros compañeros como “El otro cine español” o
“Cine low cost”. ¿Qué características comunes destaca-
rías en esta forma de hacer cine?
Es evidente que mi cine cuesta poco comparán-
dolo con una producción standard española. Me da
un poco de rabia que nos pongan la etiqueta de “low
cost” o de “el otro cine”, porque a pesar de ser pocos
en el equipo, el esfuerzo es inmenso y al final son estas
películas las que representan a España en los festivales
más importantes. Odio la precariedad con la que se
hacen nuestras películas, pero al no tener el apoyo
de las instituciones ni de las televisiones, es la única
manera de sacar los proyectos adelante.
¿Qué nos puedes contar de tu experiencia en la
Berlinale?
La Berlinale ha sido especial por muchos motivos,
el principal es que ha sido como una meta alcanzada.
Yo llegué hace 8 años a Berlín y este era uno de mis
propósitos. Aparte del valor simbólico, la experiencia
ha sido muy buena ya que he estado arropado por
gran parte del equipo que vive en Berlín y muchos
otros que se desplazaron para la ocasión.
Hemos hecho un poco de ruido y lo hemos pasado
muy bien.
Actualmente resides en Berlín, ¿cómo está resultando
tu trayectoria en el panorama audiovisual alemán?
No he hecho ninguna incursión en el cine in-
dustrial alemán. Con el proyecto “Sueñan los an-
droides” nos dieron una subvención a película
experimental y por ahora éste es el campo en el que
me siento más cómodo. No sé si me conviene crecer o
seguir adelante por este camino, éste será uno de los
temas a tratar a la hora de plantearme mi siguiente
proyecto.
¿Qué directores te inspiran en tu cine?
Tenía algunas ideas formales de base como los planos
frontales, con el objetivo de 12mm (bastante angular)
y de como retratar los espacios independientemente
de si en ellos acontecía o no alguna acción. Muchas
veces dejando pasar la acción y quedándonos con el
espacio de modo que éste fuese también protagonista.
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