Página 3 - Revista la Laguna 4

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EDITORIAL
En los primeros días del otoño, el número 4 de La Lagu-
na deja caer sus hojas en el improbable suelo cibernético.
El anterior, “Andalucía”, supuso una experiencia compli-
cada en su realización y muy gratificante en el resultado;
de nuevo el agradecimiento sincero al centenar largo de
personas que hicieron posible esa propuesta.
El número 4 comienza con “Los oficios del dibujo”;
especial que se aproxima al universo del cómic y la
ilustración a través de las impresiones que sobre su pro-
fesión tienen dibujantes de una contrastada trayectoria
(Iban Barrenetxea, Jesús Gabán, Violeta Lópiz, José Luis
Prats “Ozeluí” y Paco Roca). José Luis Tejero ha sido el
encargado de realizar las entrevistas, además, con las
experiencias vividas en el certamen Ilustratour 2014, ha
escrito el artículo “Cuaderno de viaje”.
“Antonio Vega. Tu voz entre otras mil” es un fascinante
documental dirigido por la periodista Paloma Conceje-
ro sobre una de las figuras más importantes de la his-
toria del pop-rock nacional. Sin evitar el tránsito por los
senderos más controvertidos de su vida, la película
supone un emocionante recorrido por la trayectoria vital
de un magnífico creador. Paloma concedió a La Laguna
una entrevista donde muestra sus sensaciones sobre esta
película valiente, honesta y hermosa.
En el apartado de artículos, Antonio Caba escribe una
nueva entrega de “Ínsula”: “Reflexiones, anecdotario y
ciertos apuntes etnográficos e imaginarios sobre la Feria
de Ganado de Íllora”; Antonio Verdejo profundiza en un
pasaje de la historia ilurquense en su artículo “El molino
de la Venta de Alnarache”; “Para pan da”, es la aportación
de Hillora Blog; y Meneceo, en “El verano y Cicerón”, se-
ñala cómo son los más débiles los que siguen pagando
las consecuencias de un sistema mezquino.
En la crítica literaria, musical y cinematográfica, José
Nitsuga escribe sobre la apabullante personalidad del
músico nigeriano Fela Kuti; Miguel Alcázar analiza uno de
los libros en castellano más sobresalientes de los últimos
años, “En la orilla”, de Rafael Chirbes; y Ricardo Pérez
Quiñones se acerca a la íntima historia de “Ida”, hermoso
film del polaco Pawel Pawlikowski
Algunas de las exposiciones más interesantes del ve-
rano tienen también su hueco: Mitos del Pop; Anatomías
distantes; y Antoni Arissa, la sombra y el fotógrafo.
El número 4 también incluye esa especie de oración
laica: “Porque sueño, yo no lo estoy”, plegaria que Léolo
(el protagonista de la película del mismo título dirigida en
1992 por Jean-Claude Lauzon) repite en su cabeza una y
LA LAGUNA Revista Cultural
OCTUBRE-NOVIEMBRE 2014 / Núm. 4
otra vez. El texto corresponde a un fragmento de la novela
L’Avalée des avalés (El valle de los avasallados), del es-
critor quebequés Réjean Ducharme. Sirve como desolado
“valle” la estupenda fotografía “Cantera en la sierra de
Parapanda”, de Juan Antonio Sánchez Jaime. En estos
tiempos de avasallados y avasalladores, quizás un pu-
ñado de valiosas palabras nos libren del mal y la locura:
“A ti, la Dama, la audaz melancolía que con grito
solitario hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio, tú que
atormentas mis noches cuando no sé qué camino de mi
vida tomar, te he pagado cien veces mi deuda”.
Una instantánea del mexicano Enrique Metinides -exce-
lente fotoperiodista de sucesos que buceando en lo más
abyecto del alma humana, supo sacar a la superficie la
terrible belleza del horror-, sirve para ilustrar la frase de
cabecera de este número: “El fondo está lleno de buenas
personas, sólo el aceite y los bastardos ascienden”.
En la contraportada, la fotografía de Diego Ibáñez don-
de se muestra el molino de aceite que ocupaba casi por
completo el callejón de La Laguna.
Hace ya demasiado tiempo que los inviernos no huelen
a aceituna recién molida; ya no pasan con sus bestias y
sus carros la noble estirpe de agricultores que sabían ga-
narse bien el pan, y disfrutaban de la vida y la amistad en
las tabernas de vino mosto, bacalao y flamenco cercanas
al molino. En el callejón La Laguna ya no hay piedras, y la
ortiga y la malva ya no nacen en los rincones.
Hoy día, donde parece una necesidad imperiosa reivin-
dicar las fronteras terrenales, ¿quién nos devuelve los
territorios perdidos de la infancia, la única y verdadera
Patria del hombre?.