Página 45 - Revista la Laguna - 3-Andalucia

Versión de HTML Básico

SIN FRONTERAS
41
POR MENECEO
(UNICEF denuncia que 19.000 niños mueren al día por
causas evitables, un tercio de ellos -6.400- por hambre)
todo intento de levantar muros de oprobio será vano.
(*) APUNTE HISTÓRICO: El latifundio ha sido un
elemento capital de la estructura económica de Anda-
lucía ya desde el siglo XVIII. En este siglo la propiedad
de la mayoría de las tierras andaluzas estaba en manos
de la nobleza, la Corona, la Iglesia y los Ayuntamientos.
A mediados del siglo XVIII la nobleza poseía alrededor
de un 60 % de las tierras de Andalucía; la Corona, los
Ayuntamientos y los particulares se repartían un 22 %;
y la Iglesia poseía el 18 % restante, siendo, además, estas
tierras de calidad y muy productivas: producían el 27,9%
del producto agrícola de la región.
En el siglo XIX, y a raíz del proceso desamortizador
que facilitó la compra de tierras, los comerciantes des-
tinaron sus capitales para adquirir fincas (inversiones,
por ejemplo, en las viñas jerezanas), generándose
un proceso de reconversión de comerciantes en
propietarios agrícolas. De este modo, durante el XIX
emergió una nueva burguesía agraria que se repartió
los latifundios junto a la antigua nobleza. En 1873
se promulgó el decreto “de señoríos” en virtud del
cual los nobles que presentasen pruebas sobre la ter-
ritorialidad pasaban a convertirse en propietarios
privados de las tierras en litigio. Prácticamente todas
las sentencias se fallaron a favor de los nobles que
de este modo pasaron de señores a propietarios de
las tierras. Esto supuso, además, la consolidación del
latifundio en la agricultura andaluza y del caciquis-
mo como un elemento de la estructura de clases de
Andalucía.
Se puede decir que tal estructura ha perdurado
hasta bien entrado el siglo XX, siendo la causa de
que todavía hoy exista un gran desequilibrio en el
reparto de las tierras.
45